domingo, 10 de mayo de 2009

MALOS TIEMPOS PARA LOS SOÑADORES


Quiso avanzar por la honorable vía del quijotismo personal, construir sueños en babelia sobre un alma inquieta. Quiso cambiar el mundo y el mundo ha sido el que lo ha cambiado.
Con la firme mirada al horizonte, sus ojos reflejaban la fortaleza de quien se sabe firme en sus convicciones. Agraciado con la dicha de la fortuna, supo que sus días en la montaña no habían abrazado el ocaso, sino ejercido el derecho a luchar en cada caso, en cada nueva batalla de justa y noble causa.
Como espadachín de nulo temple, su valentía no se ajustaba al rigor de la verdad, mas allá de la temeridad que de su persona podría esperarse.
Con riesgos y peligros tras cada esquina, sus miedos le liberaban de la habitual certeza e inmovilismo que a sus pies se construía. Tiempos en los que la marea no se sometía a la ingravidez de las ideas, tiempos en los que esta afición solo tendría parangón con los defensores de la santa fe, otrora imperios tendidos a la orilla de la barbarie y el absolutismo
Inusual causa de canibalismo en la que se vio involucrado, consignas de la vieja y eterna escuela, creadores de afilada ignorancia pero felices en la redundancia cíclica asignada por el devenir de los tiempos.