Esta página en blanco emerge en la espesura de un leve aleteo, una hermosa brisa cuya armonía descansa en la fragancia de la más eterna maravilla. Existencia que por si asemeja al hombre como un insípido ser cuyo reflejo ejerce de maestro de los vientos y cuyo poder de destrucción es solo equiparable con su capacidad para maravillar, crear e inspirar belleza y arte. Viva imagen de la creación, de la naturaleza que nos contempla.
Habrá quienes anden enraizados en el devenir de la opaca y centrífuga realidad que encasilla nuestros pensamientos en la vaguedad e ignorancia de quienes reman a favor de la corriente, de lo fácil, de quienes se dejan llevar por los cantos de sirena, por la complacencia de la comodidad, por la pasividad de sentarse a ver la vida pasar.
Se empeñan en pintar la realidad de tintes negros, de rellenar nuestros días de telarañas, un pensamiento único que oprime nuestra capacidad, que mata nuestros sueños, que sepulta nuestras creencias, que ridiculiza nuestras aspiraciones y que minimiza la importancia del placer, de jugar como si fuéramos niños.
La tolerancia y la permisividad hacia lo poco ético y aprofesional, el vandalismo, la falta de respeto y educación de los mas jovenes, la opacidad de los fondos públicos, la corrupción, el abuso y el allanamiento constante de los derechos públicos y de la libertad. El problema que acecha a Occidente es la falta de valores, la falta de criterios intelectuales, la sin razón y el absurdo de haber cedido ante lo material y lo inmoral de haber convertido al ser humano en un objeto, haber convertido nuestras vidas en un producto para consumo de masas. Una politica enraizada en el circo de la pandereta, el marketing y el trafico de influencias que avala y justifica que los señoritos de esta época sean aquellos que como otrora sucediera ,sigan controlando el poder económico y financiero.
Slds