lunes, 23 de marzo de 2009

PICO MALADETA 3308 m CON ESQUÍS o ATRAPADOS EN EL BUEN TIEMPO



Semana vacacional, fruto del implacable deseo forjado a golpe de jornada tras jornada laboral, extraña situación de monotonía meteorológica... la vida en un bucle, noches llenas de estrellas, sol y buen tiempo, el día de la marmota...



Destino Maladeta 3308 m, uno de los mejores descensos del pirineo en longitud y belleza , fuera del abrigo glaciar del ubago de estos montes malditos el bonito arte del esquí se torna difícil y peligroso , las altas temperaturas y la cantidad de nieve caida dificultan otras opciones




Campo base en la Renclusa, finalizadas las obras de ampliación que lo han mantenido varios años a medio servicio ya puede ser disfrutado por el personal todos los días del año...









A primera hora, aún helando poco se imponen rápido las cuchillas que no abandonaremos prácticamente hasta la base del pico, la rampa agonizante como siempre permite ganar desnivel de forma rápida y disfrutar de inmejorables vistas del valle y picos cercanos. Corredor y lomo a la cima en buenas condiciones, la panorámica indescriptible, todo el pirineo a tus pies, la vida a vista de pájaro...





Llega el ansiado momento, el efímero pero reconfortante descenso que todo raider anhela, nerviosismo motivador en los primeros virajes y la disposición de sacarle a los casi 1200 m de desnivel el máximo partido, buen estado del manto nivoso, venteado arriba pero con palas de excepcional calidad...







Euforia y adrenalina, tres raiders ...uno surfeando, dos carveando, saltos, giros y power oculto en los tubos... salvaje descenso éste de la Maladeta, inolvidable amigos!!!





Clásica ascensión para esquís de la zona.
No os la perdáis.
Slds

miércoles, 11 de marzo de 2009

TIEMPO Y VIDA

La invariabilidad del tiempo transcurre sin miedo al menoscabo del espacio, del momento, de la vida misma. El tiempo, hacia adelante o hacia atrás, pero siempre tiempo. Tiempo que marchita, tiempo que se desvanece, inmaterial característica de la perpétua ausencia.
Vida humana, sesgo de infinitas raíces y un sólo fin, un calmo final de irremediables consecuencias, aunque rico y variado, inmenso en experencias, momentos, minutos que fueron eternos y días que fueron fugaces, balance vital de placer y dolor, de seguridad e incertidumbre.
Nada es permanente, nada material es lo suficientemente duradero como para que se deposite en ello demasiado aprecio, demasiado dolor, demasiado interés, demasiada vida.
Tiempo y vida. Vida que se evapora y emana en cada instante, en cada historia, en cada gesto… tiempo que construye viaductos de conciencia, marcas que se registran en la piel indomable de la juventud, efímera y vanidosa.
Un largo viaje en un tren de vagones desiguales. Unos lujosos, otros sin asientos, adornos de seda o piedra viva, pero un sólo viaje, un sólo tren… y muchos vagones

Bitdrain