Como saben perfectamente los emocionalmente inteligentes, quien más quien menos alberga en su mente ideas irracionales capaces de complicar la existencia al más pintado. Los pensamientos automáticos, que surgen espontáneamente en momentos de ansiedad o miedo, son algunas de estas ideas. La psicología, que ha descrito y clasificado los pensamientos automáticos, nos echa un cable para que podamos identificarlos y contrarrestarlos con otros más racionales:
–Pensamientos todo/nada: valoramos nuestras cualidades según categorías absolutas (blanco/negro). Toda via que no encadenamos, nos parece un fracaso. (Ejemplo: Todo lo que intento me sale mal. / Ejemplo de cómo contrarrestarlo: A veces no encadeno nada y todo me sale fatal, pero casi siempre me las apaño razonablemente bien.)
–Generalizaciones excesivas: tendemos a pensar que un acontecimiento negativo que nos ha sucedido se repetirá una y otra vez. (me he tenido que bajar de mas de una tapia esta temporada. / Calma, es cuestión de logística y perseverar.)
–Filtros mentales: ante una situación determinada, nos fijamos en un aspecto negativo y nos olvidamos de todos los positivos. (No he entrenado nada este año , tengo un estado físico deplorable, un desastre! / Uff, menos mal que disfruto con lo que hago y soy consciente de mis limitaciones )
–Conclusiones apresuradas: tendemos a llegar a conclusiones negativas sin que haya datos objetivos que las justifiquen. (Para qué me voy a embarcar en marrones si lo voy a pasar mal. / No tengo demasiadas ganas, pero voy a apostar por ello, a lo mejor hasta disfruto y le cojo el punto.)
–Magnificaciones/minimizaciones: exageramos nuestros fracasos haciendo que parezcan imperdonables y tendemos a restar importancia a nuestros éxitos. (¡Soy el más paquete del mundo escalado! No valgo para esto. / Es cierto que no soy Dani Andrada , pero no he tenido jamás un accidente y llevo 20 años subiendo montañas y tapias en muchos sitios.)
–Razonamientos emocionales: interpretamos nuestros estados de ánimo como si se tratase de verdades absolutas. (¡Soy un Matao! / Hoy me siento como un matao. ¡Qué le vamos a hacer, mañana será otro día!)
–Enunciados de obligación: intentamos obligarnos a hacer cosas y, si no cumplimos, nos sentimos culpables y fracasados. (Debería escalar la Murciana este año / Intentaré hacer la Murciana este año. Si no, pues para el siguiente ,que remedio jeje! .)
–Etiquetaciones: construimos el concepto que tenemos de nosotros mismos a partir de nuestros errores y defectos. (No he podido con esa vía y me he tenido que bajar, lo cual demuestra que soy un inepto integral. / Sin duda es un contratiempo haberme bajado de esa vía. A ver qué tal me va la próxima vez.)
–Personalizaciones: nos hacemos responsables de lo que hacen los otros, como si todo fuera culpa nuestra. (Se nota que se ha mosqueado el colega. Seguro que se ha irritado por algo que le he dicho. / Algo le ha pasa al compi. Voy a preguntarle qué le ocurre a ver)
¡Salud y cierta racionalidad!