lunes, 26 de octubre de 2009

MUCHO DE NADA



No existe silencio que sepulte mis palabras, al igual que no existe motivo que sea capaz de detener el influjo de la luna sobre la marea, no existe razón alguna que de silencio a una conciencia salpicada por chispas de aventura y locura humana.
Grandes rasgos, pequeños detalles. Historias escritas con mayúsculas, minúsculos relatos forjados en el día a día, personas que suman y se sienten partícipes de su propio guión.
Una escritura que se vuelve opaca, rastros de tinta que vacilan , vulgares ideas que se mezclan, transiciones hacia recónditos y bellos parajes, sitios donde la conciencia no llega a percibir ni frío ni calor, perenne como los sueños de la infancia.
Cóleras pasajeras apretadas contra el pecho de una ignorancia aún no marchita, deseos que afloran la elegancia de una vitalidad menguante. Vientos que se arremolinan en la esperanza del mañana
Quisiera compartir una sonrisa en el más bello instante, quisiera poder recordar todas y cada una de mis vidas, volar en libertad con plenitud de conciencia, soñar que mi sueño es mi vida. Deseos que viajan presas de los sueños , aventuras que marchitan , palabras que mutan y se traducen, que pierden el encanto del drama y la pasión de todo momento.