El lobo estepario sigue igual de vigente en la actualidad, es el hombre de la ingeniería genética...el de los vuelos espaciales....el del universo de las computadoras y la teoría de la relatividad , el hombre de la globalización y el neoliberalismo. El lobo estepario es la locura ,el stress, el desasosiego del hombre de ahora. El lobo estepario no quiere la soledad, tampoco la compañía. No se embriaga, ni es abstemio. No es sincero ni falaz. No es lujurioso ni casto. No es violento ni apacible. El autor dedica esta obra a los locos, a los locos existenciales, a los locos cuerdísimos que llenan con sus ahogados lamentos este mundo de estepas lleno de lobos, de locos, y de cuerdos. El lobo estepario es la antinomia viviente. La contradicción encarnada...el absurdo por antonomasia. El lobo estepario no es uno...lobos esteparios somos todos los seres humanos. Todos igual de ariscos, agresivos, depredadores...
Sin duda esta dualidad condiciona y enmascara nuestra naturaleza dentro de la sociedad , no así cuando volvemos al contacto con el medio natural , la montaña regula esa dicotomía entre hombre y lobo aprovechando lo mejor de ambos , el hombre regula las emociones por medio de la razón , el lobo da rienda suelta a todas nuestros deseos reprimidos y desafía todas nuestras limitaciones. El lobo que llevamos dentro juega un papel primordial en el que es su medio, es la audacia y el coraje , es la tenacidad y el sacrificio , es el deseo irrefrenable de libertad . No así dentro de la sociedad donde no podemos dar rienda suelta a tanto odio reprimido, porque si todos hiciéramos igual y dejáramos al estepario obrar a su capricho y antojo...¿Que sería hoy, del género humano?...