miércoles, 31 de marzo de 2010

PICO SAYÓ 3220 m y MUELA DEL ALBA 3118 m



De nuevo la vertiente norte de las Maladetas , gran gozada para nuestros sentidos , un martirio para nuestras piernas . 1500 m de desnivel positivos y prácticamente 1400 m de descenso reales. Larga ascensión y descenso de gran categoría y disfrute , desde LLanos del Hospital 1760 m , a través de los tubos hasta la pleta de Paderna en dirección Alba para desviarnos en sus inmediaciones en dirección al collado sup del alba . Dos cumbres , Sayó y Muela




Pico Salvaguardia y de la Mina al fondo En pleno esfuerzo , Tuca Blanca de Paderna al fondo





Un grupo por debajo de la punta Delmás en dirección al Alba...



Romería aproximandose a los corredores de acceso a la normal del Alba



Muela del Alba 3118 m




Pico Mir y Sayó desde la Muela del Alba



Desde la cumbre del Sayó 3220 m , en primer plano el Cordier luego Maladeta.



La Forcanada desde el Sayó. Por fin el ansiado descenso , condiciones óptimas , nieve polvo seca gracias a la ausencia de sol contundente y temperatura baja , disfrute garantizado.



Pinceladas de disfrute con el Alba al fondo.


























lunes, 22 de marzo de 2010

CONTRAFUERTE PEÑAS CAGÁS


 
 Fabulosa muralla , una visera natural donde apretar al abrigo de los rigores climatológicos , todos viotes exigentes donde romperte los dedos , mucha calidad , no perdérselo .





miércoles, 10 de marzo de 2010

ES LA HORA DEL CINISMO



La vida diaria, exactamente igual que la historia colectiva de la humanidad, es una continua lucha por la supervivencia social. Nuestros derechos y libertades requieren de la vigencia de nuestra atención constante, pues siempre habrá quienes se sienten tentados a extralimitarse en sus capacidades y funciones, quienes por ambición recurren a la canalleria como arma de disuasión.
Premia en nuestra sociedad una decadencia que no es tal, sobre la que muchos autores han plasmado obras de gran calado. Para este que os habla, todos los problemas residen en una crisis de identidad colectiva, en una falta de valores cívicos frutos del materialismo que se ha apoderado de nuestras interacciones sociales. Una gran deriva que se refugia en acusaciones insanas y que da como fruto una falta de ética que impone al relativismo moral como summum sagrado.


Nuestra sociedad, el estilo de vida que asumimos como nuestro, es tan solo una replica de aquello que consumimos, un ejercicio que no necesariamente nos convierte en consumidores sino en simples piezas de un circulo vicioso que se realimenta y ejerce la presión suficiente para acelerar el proceso en cada interacción. Una espiral de la que es difícil escapar, una vorágine que destruye ideologías y pensamientos, que hace a la persona sucumbir en el día a día de un atropello que asimila como necesario y normal.
El patrón es obvio y se extiende, una adaptación a los tiempos donde lo global se prioriza y transmite fomentando la erradicación de lo singular y diferente, donde reluce la cultura única con unos patrones de consumo estandarizados y de carácter global. No hay espacio para la diferenciación cultural o para la construcción de una personalidad propia diferenciada de la masa.
La nueva cultura “low cost” sustituye y elimina la biodiversidad y riqueza de los pueblos, su cultura, su historia y tradiciones. En cambio impone un modelo de desarrollo destructivo, ajeno a la sabiduría de los antiguos, más acorde con el entorno, y nos sitúa en la sociedad de “usar y tirar”, donde los paradigmas económicos cada vez reflejan una realidad más inmoral y, en cambio, mejor aceptada.
La cultura global que se nos impone es una atadura social infrenable, un sometimiento a unas estructuras de supremacía internacional, no necesariamente malas sino mal gobernadas, dejadas en manos de un capital anárquico y desregularizado, que atenta en ocasiones contra la dignidad y los derechos de las personas.
Pervertir y malear, arrancar a las cosas su bondad e inocencia parece ser el sino de nuestro tiempo. No hay reducto que escape al abrazo trapero de la perversión. Nada se oculta a la vista en los medios audiovisuales. Lo íntimo de cada cual ya no se guarda en las celosías del fuero interno, sino que se arroja a la jauría de la venalidad, la procacidad y la rapiña colectivas. En cueros queda el alma, sin ropajes que la cubran, es ya mercancía barata que salta de boca en boca. Es la hora del cinismo: la vileza sin mordaza. Atrás quedaron la decencia y la dignidad del silencio. En su puesto, la habladuría y la difamación, los consejeros de la envidia. Sin embargo, en un mundo decente, lo íntimo, como todo lo realmente valioso, ni se vende ni tiene precio, pues es inestimable.

salut

lunes, 1 de marzo de 2010

EL INFIERNO - PEDRIZA ANTERIOR



Dantesca muralla de lacea fachada ésta del INFIERNO , de aspecto impenetrable pero de un atractivo singular e indiscutible . Las vías son de calidad y dureza , quizás incluso más que la oficial que marcan las reseñas . Un idílico rincón de acceso largo y rebuscado sirve de decorado para escalar esta bonita pared . Recomendable sin duda para mentes inquietas y pecadoras , recomendable también pasar antes por otros purgatorios ( Paraíso , Caracol ) , más amables en la práctica .




Escalando sobre la via LUZBEL 6b+ , la más sencilla del sector y de grado ajustadillo




Magnífica ruta de nombre BAAL 7a+ , dura entrada y espectacular desarrollo





BBaal 7a+




Estético muro fisurado de dura entrada , ASTAROTH 6c+



Variante derecha BELCEBÚ 7a

El infierno pedricero hay que ganárselo

SALUTI A TUTTI

lunes, 22 de febrero de 2010

EL CARACOL - PEDRIZA ANTERIOR



Moluscos gasterópodos caracolean por este bonito risco, trío de rompededos ávidos de emociones serpentean marmóleos paños de roca , en esas ocasiones en que la sensatez te abandona y tu mente discurre por inapropiadas paradojas...

(foto superior en Nano 6b)


( Las aventurillas del peor 6c+ )



(La madre que me parió 7a )

SLDS

lunes, 15 de febrero de 2010

LA FORTALEZA (PEDRIZA)

Fortaleza como ambivalencia , estoicismo invencible o vulnerabilidad . Fortaleza de espíritu , de confianza en si mismo. Un valor que es discreto , y quien la posee no presume de ella . El fuerte reconoce su humildad igual que el sabio su ignorancia , una virtud de quien aguanta , de quien soporta , de quien resiste . Fortaleza también como resistencia frente a las adversidades y los golpes de la vida , luchando contra el deseo de poder , el deseo de prestigio y reconocimiento , la desmesura de comer y beber , absteniéndose de opinar sobre todo y de juzgar a todos . Resistencia y perseverancia que vive de la esperanza , materia de la está hecha nuestra alma. 

Muro espectacular de escalada moderna y atlética sin perder la esencia de la pedriza , muy buenas vías para guerreros de la roca , de izda. a dcha.  7b, 7b+.7c ,7a .7b, 6c








miércoles, 3 de febrero de 2010

MONTANEJOS




Un insólito Montanejos sin gentío nos recibe en este último y frio fin de semana de enero , tiempo seco pero helador. En el Barranco de la Maimona todo lo bajo esta impracticable , al igual que las pretensiones de Pared , debido a vientos patagónicos que asolan el cañón , afortunadamente Montanejos tiene muchos sectores de calidad en diferentes orientaciones .



















lunes, 11 de enero de 2010

DE NUEVO UNA OPORTUNIDAD



El nuevo año nos depara como mínimo lo esencial que emerge de ese acto instantáneo y esporádico al que solemos denominar oportunidad…hay quienes, como Einstein, dejaron escrito que toda crisis es una oportunidad, hay quienes desafían el presente para alzarse con optimismo hacia el futuro argumentando que no hay futuro que no pase por presente alguno. Nada mas lejos de la realidad, pues toda crisis (no necesariamente económica) nos hace percibir la realidad o los sentimientos bajo un prisma de diversa incertidumbre, nubarrones que confundieran cualquier misiva que nuestro cerebro nos quisiera enviar.
Sin embargo, bajo nuestra piel, independientemente de los condicionantes que nos han inmerso en esta situación concreta y de constante crispación (también en el mundo montañeril), ahí en lo más profundo, siempre remanece como fuente poderosa el antídoto a nuestros males. La lucha por la superación personal, motor de nuestra supervivencia más instintiva, la garra de saberse preso de un propio destino que se puede enderezar con las dosis de paciencia y esperanza suficientes.
La inmediatez de nuestros tiempos parece maximizar por momentos la histeria colectiva, bandazos en direcciones opuestas, ausencia de sensatez y cordura de quienes olvidan que tras cada amanecer hay un sol nuevo cada día, de quienes ejercitan el tedioso relativismo de manera inconciente o no, pero de faz especulativa e imperativa, de quienes siembran la discordia en el más absoluto inmovilismo como objetivo de supervivencia común.



Oportunidad que yace como cambio cuando los principios y la voluntad propia son capaces de transformar la realidad, cuando el potencial que el propio ser humano genera en su interior es capaz de verse reflejado en armonía y entendimiento, cuando nuestra acción se transforma en ejercicio constructivo mas allá de la demagogia y el oportunismo
Somos una cadena, un complejo sistema de interrelacionales donde cada cual debe aportar su granito. Todos sumamente importantes. Por eso hay que animar, fomentar, apoyar, transmitir y escuchar a quienes tienen algo que decir. Empezando por la juventud como esperanza de ese cambio social que muchos justifican en acciones políticas vacías de contenido.
Pretender que una ley pueda desdibujar las estructuras mentales de una sociedad y abrir sendas de progreso social es una falacia. La naturaleza es su quehacer diario nos suele trazar muchos ejemplos dignos de mención, pero nosotros, la especie que supo huir del mundo animal aun no ha comprendido que sin sembrar semillas, sin mimarlas y atenderlas, no se obtendrá cosecha alguna.
Mientras tanto, todos son palabras.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

TODOS CONTRA TODOS




En los últimos tiempos asistimos a una de las grandes paradojas del ser humano, consecuencia precisamente de uno de los mayores logros de éste, me refiero al igualitarismo… el propósito de aquella revolución, truncada por la misma naturaleza humana, fue algo noble y necesario: unir más a las personas, desacreditar las jerarquías, igualar a las gentes en el trato sin importar procedencia, clase social, profesión, etc. Algo muy loable sin duda. Pero había un riesgo implícito y la cosa se ha ido torciendo. Esas ideas, las de los años sesenta y setenta, tenían inoculado un virus letal. Pues si todos somos iguales, si todas las opiniones valen lo mismo, si ya no hay autoridades que acatar ni preceptos que observar, ¿por qué razón he de prestar yo oídos al otro, a mi interlocutor? ¿Acaso lo que él me diga valdrá más o tendrá más fundamento que lo que yo diga? ¿Realmente, es mi obligación ética escuchar al otro? Si está prohibido prohibir, si todo signo de autoridad está en entredicho, ¿cómo conceder más valor a lo que dice mi interlocutor que a lo que diga yo, mi vecino o un niño de ocho años? Nada puede extrañarnos, entre muchas otras torsiones del sentido común, el intrusismo profesional de hoy o que, en las conversaciones cotidianas, todo el mundo sepa de todo, sin reparar en mientes sobre lo que se dice de política, arte, ética, física o psicología. Al parecer, casi cualquiera de los políticos, periodistas saben tanto de economía, leyes o cualquier otro tema, que uno que lo es de veras… Sí, el arte es una metáfora de lo que está pasando, al igual que todo vale en arte, todo vale en el mundo de las ideas. Tanto da una opinión hecha a vuelapluma que una teoría filosófica o científica. Nada tiene más autoridad que nada.



También nuestro recóndito colectivo se debate a menudo en constantes y épicas disquisiciones donde cualquiera tiene autoridad moral suficiente para opinar de todo en foros y blogs, a menudo bajo dicho diálogo se esconde la innoble intención de someter al otro a nuestros criterios o deseos, sin recurrir en demasía en argumentos o razones de peso necesarios para una dialéctica basada en el respeto y la diversidad de opinión. A menudo la recusación de la autoridad, entendida como “prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia”, ha caído en el mismo saco que la autoridad despótica o dictatorial. Por miedo a ésta hemos censurado también aquélla. Algo así como matar moscas a cañonazos. El igualitarismo barre todo atisbo de humildad y nos lleva al conflicto de todos contra todos. ¿Quién se apeará del burro si nadie está por encima de nadie? Al principio de toda relación son ostensibles el acercamiento, la confianza y el “buen rollo”. Todos se abrazan fraternalmente y comen a la misma mesa. Todos a pie de igualdad y a las pocas horas ya han medrado las ojerizas y no se pueden ni ver. Se pasa del abrazo fraternal al fraticida en menos que canta un gallo.

Qué cosa tan curiosa que partiendo de tan buenos propósitos (igualdad, eliminación de las jerarquías, fraternidad… hayamos llegado a esta situación. Qué curioso que del igualitarismo original hayamos llegado a este individualismo que nos señorea y hace inaccesibles, y que, nacido del mismo espíritu democrático, casi nos impide dialogar; es decir: hablar y escuchar para entendernos mejor, no simplemente para marcar nuestro territorio, que es lo que solemos hacer. Efectivamente, hemos conseguido aniquilar los signos ostentosos de autoridad, hemos conseguido repudiar la imagen omnipotente de los grandes tiranos políticos, militares o religiosos, pero, a cambio, nos ha quedado un rosario interminable de conflictos cotidianos de todos contra todos. Ya no hay un gran tirano, un gran gallo de corral sino que todos nos tiranizamos unos a otros, gallitos todos, fieles baluartes de la máxima de que nada es mejor que nada, ninguna idea mejor que otra, ninguna teoría más digna de atención que otra. Nadie se digna ceder ante el otro. Quizá por ello asistimos a la gresca continua entre matrimonios, entre vecinos, entre padres e hijos, entre generaciones, entre profesionales y aficionados, entre alumnos y maestros, etc. Es una guerra de todos contra todos. Es la guerra de la vanidad desaforada.

Saludos y feliz año

lunes, 14 de diciembre de 2009

CONJETURAS INERTES




Cierras los ojos y ves palabras que se enmarañan. Los abres y quisieras mantenerlos en secreto, allí silenciosos, siempre austeros. Los vuelves a cerrar y se desvelan misterios del recuerdo. Los vuelves a abrir y entonces emanan gritos de nuevo amanecer.

Ya despierto, ambos quedan dispersos en la serena calma de una embarcación que no desea remar río arriba, ráfagas de viento de una ilusa inocencia que sondean un nuevo aire, tan viciado como siempre.

Nunca supe escribir, nunca conté con argumentos que me avalaran en la prosa. No supe cómo transmitir los versos que nunca fundieron mis palabras en razones y deseos. Pero siempre mantuve la misma presencia, azotada por diferentes niveles de ausencia, siempre rodeado de un aura de ignorancia. Una marea de palabras sin destino, un final sin origen ni razón, tan sólo un simple remolino de alocadas conjeturas bien sonantes.

Ajeno a la repercusión de mis dedos, el eco siempre era recibido con alegría y esperanza. No obstante, ese eco nunca me pertenecía. Recibía tantas interpretaciones como oídos fueran susurrados por mis palabras. Nada era dejado al ocaso de la razón, cada mínima expresión era orquestada al unísono del más bello ejercicio de improvisación. Libre albedrío como ser, pensamiento no envenenado a fuego lento en una cacerola de paupérrimo y servil razonamiento. Pocas son las verdades que como tal deben ser halladas y pocas son las cosas que realmente tienen significado alguno, y de entre ellas las de procedencia material son simple escaparate.

Errar es el compromiso entre lo humano y la sensatez de lo puramente inventado, pero errar es también uno de los elementos que nos permite crecer en valor. Errar es parte de la transformación cotidiana. Todo cambia, se transforma, muta.

Tal y como los sentimientos y la naturaleza de las cosas varían a lo largo del tiempo, las personas también se ven sometidas a esta ley natural. Nuestras ideas, pensamientos, la manera en la que percibimos y prejuzgamos. Todo cambia a lo largo de la vida de una persona. Cambios que muchos denominan madurez pero que no tienen porque ser cambios “acertados”, puesto que los cambios nunca pueden ser homologados por sí solos. El cambio es simplemente muestra del máximo exponente que representa “la vida”, su diversidad y pluralidad. Cambio es vida, aunque lo nuevo sea antiguo.

Ser limitados y mediocres es el destino de quienes sueñan con lo material que adorna su existencia.