He aquí un dilema para el que no termino de encontrar solución , especialmente en el terreno de la escalada de montaña o clásica , en la que la transferencia de nuestros entrenos a un terreno tan heterogéneo como este es de difícil aplicación , no así en la escalada deportiva donde esta aplicación es mayor y los avances se hacen mas patentes .
Aún así un tono muscular adecuado junto con una buena resistencia en nuestros antebrazos será mas que útil para afrontar la dureza de la escalada en pared donde no siempre se resuelven los problemas de una manera armoniosa y elegante como en la deportiva. Una opción es escalar mucho y a menudo ( esta es la que nos gustaría a todos ) y adquirir no solo la condición física sino la destreza y técnica necesaria para afrontar las largas rutas en pared y sus dificultades . La otra es entrenar entre semana he intentar aplicar nuestros avances en nuestro escaso tiempo libre ( ésta es la mas habitual ) pero tiene un handicap , y es el siguiente , resulta que en nuestros gimnasios, rocodromos o plafones entrenamos las cualidades físicas de forma general y especifica pero en un medio artificial que esta pensado buscando la similitud con un cierto tipo de escalada , que puede que no sea exactamente la que nosotros hacemos o mas nos gusta.
Por otra parte los entrenamientos analíticos e intervalicos a pesar de sus virtudes y su probada eficacia requieren una implicación seria y se corre un riesgo elevado de lesión .Si esta aplicación a nuestro medio de escalada variado y difícil de reproducir no esta clara ...¿ hasta que punto merece la pena sufrir en el plafón varios días a la semana si no le sacamos un partido claro ? , ¿como influyen los condicionantes genéticos de cada individuo en los objetivos deportivos que nos marcamos?. De esta ultima cuestión habría mucho que hablar pero todos sabemos que esas limitaciones existen y junto con otras de tipo psicológico igualmente importantes , condicionan y determinan las actividades a las que podemos optar cada uno.
En la escalada deportiva se pone mucho énfasis en la prueba ensayo/error constante de vías por encima del grado real o a vista , segmentando estos logros hasta encadenar todos ellos de forma global , esto hace que la diferencia en la mayoría de los casos del grado que se prueba al real o a vista sea muy grande , con el agravante de que se restringe también el terreno o tipo de escalada en el que se practica. Este sistema a priori no sería valido puesto que a un escalador de montaña o clásico le interesa resolver los problemas a vista sin tener que entretenerse y probar constantemente , asi pues debemos trabajar nuestro grado a vista y no tanto nuestro grado trabajado si es que también lo hacemos pues el primero será nuestra capacidad real de resolver problemas de dificultad en pared .
Además estar acostumbrado a diferentes tipos de roca y terrenos , así como rutas poco equipadas también condicionará nuestra capacidad de aplicar nuestro grado real , pues no será igual forzar la maquinaría al 100% para resolver un paso protegido con un parabolt ,que de un fisurero u friend a 300 m del suelo , aquí el factor psicológico es determinante y el miedo a la caída inevitable . En ese sentido parece lógico pensar que tendrá mas sentido escalar para entrenar que entrenar para escalar , pues tendrá mas efecto en nuestro cuerpo a nivel físico y sobre todo psicológico haber escalado 10 tapias de 500m de nuestro nivel real en un año, que estar entrenando todo el año para hacer 1 Tapia por encima de nuestro nivel . Por supuesto la satisfacción será mayor y nos aportará experiencia y rodaje para afrontar objetivos mayores