jueves, 13 de noviembre de 2008

UNA DE MALADETAS

BATALLITAS PARA VARIAR.
UNA DE MALADETAS...


Después de pasar una semanita de buen tiempo en el imponente Midi d'ossau ,bastante provechosa por cierto pues nos permitió escalar prácticamente todos los días y disfrutar de clásicas como el espolón este de la muralla de Pombié , espolón norte integral del Petic Pic y directísima sur de la Jean Santé , nos dirigimos en un alarde de entusiasmo a conocer la famosa cara sur de la Maladeta o pico Abadías . Atraídos por la fama que le precede de buen granito de montaña y el aliciente de escalar en altura en un entorno increíble , nos echamos los trastos a la espalda para sufrir la interminable subida hasta el Ibón de Cregueña con la idea de vivaquear por allí y escalar al día siguiente .


La subida con todos los trastos nos llevó unas tres horas de insufrible cerdo a la espalda y la agonía del nunca acabar . Juramos que para una próxima iríamos por el collado del Araguels desde Coronas... , por supuesto el juramento cayó en el olvido y años después no solo repetiríamos sino que subiríamos y bajaríamos en el día en un ataque rápido a la Cresta del Alba.
El día siguiente salió claro y a primera hora estábamos remontando la hora escasa que hay de aproximación desde el vivac , la ruta elegida fue la Picazo , aunque una vez en la base todos los comienzos parecen iguales .El retroceso del glaciar ha modelado estos primeros metros formando lisas estructuras de similares características y pulidos diedros de entrada . Comenzamos a escalar por uno de ellos a la izda. de la Directa por donde progresaba un escalador en solitario. Ya en los primeros largos el granito se ofrece espectacular , después algo mas sucio de liquen pero de roca buena , disfrutábamos de los largos tirada a tirada , escalada galayera y técnica familiar para dos madriles habituados al granito , los largos superiores con ambiente , bien clavados pero permitiendo en todo momento la escalada libre.


A dos largos de la cima el tiempo se torna inestable y se respira electricidad en el ambiente y ese color característico que precede a un buen tormentón , los dos últimos largos los superamos ya con prisas pero no sin disfrutar de sus pasajes aéreos y fisuras de calidad . Una foto en la cima en ese trampolín que invita a un recuerdo y corriendo a buscar refugio pues empieza a llover y tenemos la tormenta en nuestras cabezas con el riesgo que esto conlleva .


Encontramos un agujero bajo unas rocas para resguardarnos del granizo y el espectáculo de luces que nos acechaba , así estuvimos mucho tiempo agazapados , con la que estaba cayendo y con una camisetilla no era muy recomendable comenzar a bajar, medio hipotérmicos ya y acercándose la noche decidimos comenzar el descenso en mitad del temporal ha buscar el calor de nuestros sacos. Llegamos ya con las ultimas luces calados hasta los huesos y con el compi medio intoxicado con unos cacahuetes en mal estado , nos metimos al saco después de saborear una triste sopa y algo más , estuvo toda la santa noche jarreando , el vivac calaba y a media noche tuve que mudarme a otro agujero mas canijo que tenía controlado , por lo menos estaba seco.... menuda nochecita !!!!

Al día siguiente escampó y pudimos bajar sin problemas cuesta abajo con los deberes hechos después de haber escapado por los pelos de la puñetera tormenta que no nos cogió en la pared por poco , como siempre satisfacción en este tipo de aventurillas montañeras para el recuerdo...


Toñin y yo en el verano del 97