UNA DE MALADETAS...
Después de pasar una semanita de buen tiempo en el imponente Midi d'ossau ,bastante provechosa por cierto pues nos permitió escalar prácticamente todos los días y disfrutar de clásicas como el espolón este de la muralla de Pombié , espolón norte integral del Petic Pic y directísima sur de la Jean Santé , nos dirigimos en un alarde de entusiasmo a conocer la famosa cara sur de la Maladeta o pico Abadías . Atraídos por la fama que le precede de buen granito de montaña y el aliciente de escalar en altura en un entorno increíble , nos echamos los trastos a la espalda para sufrir la interminable subida hasta el Ibón de Cregueña con la idea de vivaquear por allí y escalar al día siguiente .
La subida con todos los trastos nos llevó unas tres horas de insufrible cerdo a la espalda y la agonía del nunca acabar . Juramos que para una próxima iríamos por el collado del Araguels desde Coronas... , por supuesto el juramento cayó en el olvido y años después no solo repetiríamos sino que subiríamos y bajaríamos en el día en un ataque rápido a la Cresta del Alba.
El día siguiente salió claro y a primera hora estábamos remontando la hora escasa que hay de aproximación desde el vivac , la ruta elegida fue la Picazo , aunque una vez en la base todos los comienzos parecen iguales .El retroceso del glaciar ha modelado estos primeros metros formando lisas estructuras de similares características y pulidos diedros de entrada . Comenzamos a escalar por uno de ellos a la izda. de la Directa por donde progresaba un escalador en solitario. Ya en los primeros largos el granito se ofrece espectacular , después algo mas sucio de liquen pero de roca buena , disfrutábamos de los largos tirada a tirada , escalada galayera y técnica familiar para dos madriles habituados al granito , los largos superiores con ambiente , bien clavados pero permitiendo en todo momento la escalada libre.
A dos largos de la cima el tiempo se torna inestable y se respira electricidad en el ambiente y ese color característico que precede a un buen tormentón , los dos últimos largos los superamos ya con prisas pero no sin disfrutar de sus pasajes aéreos y fisuras de calidad . Una foto en la cima en ese trampolín que invita a un recuerdo y corriendo a buscar refugio pues empieza a llover y tenemos la tormenta en nuestras cabezas con el riesgo que esto conlleva .
Encontramos un agujero bajo unas rocas para resguardarnos del granizo y el espectáculo de luces que nos acechaba , así estuvimos mucho tiempo agazapados , con la que estaba cayendo y con una camisetilla no era muy recomendable comenzar a bajar, medio hipotérmicos ya y acercándose la noche decidimos comenzar el descenso en mitad del temporal ha buscar el calor de nuestros sacos. Llegamos ya con las ultimas luces calados hasta los huesos y con el compi medio intoxicado con unos cacahuetes en mal estado , nos metimos al saco después de saborear una triste sopa y algo más , estuvo toda la santa noche jarreando , el vivac calaba y a media noche tuve que mudarme a otro agujero mas canijo que tenía controlado , por lo menos estaba seco.... menuda nochecita !!!!
Al día siguiente escampó y pudimos bajar sin problemas cuesta abajo con los deberes hechos después de haber escapado por los pelos de la puñetera tormenta que no nos cogió en la pared por poco , como siempre satisfacción en este tipo de aventurillas montañeras para el recuerdo...
Toñin y yo en el verano del 97