martes, 9 de noviembre de 2010
RETRATO DE UNA SOCIEDAD CON SINDROME DE ESTOCOLMO
Se habla mucho estos días en territorio ibérico sobre la visita del Papa y sus repercusiones mediáticas y económicas. En el país vecino, no hubo visita santa pero si visita de Ju Hintao, Presidente de la todopoderosa China. De su paso por Europa, China viene a ofrecernos ayuda económica para que podamos pagar los intereses contraídos, consecuencia de la dependencia e interrelación de los flujos económicos globales. Podremos seguir pidiendo prestado para poder presumir de la exhuberancia de un consumo excesivo. Somos ricos e imperios dominantes!! Que ilusión más absurda!
Las argucias de la política, el juego cruzado y absurdo sobre dimes y diretes carentes de objetivo y de existencia, el ser humano y las ideas convertidas en productos, capaces de ser importadas y extendidas colectivamente. No importa la veracidad de los hechos, simplemente el ruido banal y mediático. Que papel puede jugar un político rindiendo pleitesía a los programas del corazón o la politización de la visita de un líder religioso mas allá de la importancia social que supone para los fieles creyentes. Que papel puede jugar un político o un miembro de la Casa Real en los eventos deportivos de masa. Cuantos políticos se acercan a las oficinas del INEM, cuantos miembros de la Casa Real merodean las industrias que pasan por dificultades y amenazan con despojar a miles de familias de un futuro próximo.
Visiones encontradas y muchas veces interesadas. Gobiernos que apuestan por imprimir dinero y hacer que el ahorro de las familias sea simple migaja en manos de agentes sociales que practican la usura. Ideologías que victimizan el subvencionismo pero rescatan a amigos y subvencionan a la gran banca, como si ya no fuera ésta de por si una red de molestos buitres que esclavizan familias y Gobiernos.
Una mirada atónita a este siglo XXI cuyo primer cuarto no depara demasiadas cosas positivas. Grandes avances científicos y tecnológicos, pero un ser humano cuya libertad y estado del bienestar empeora de manera proporcional al incremento exponencial del individualismo. El liberalismo económico de origen antisocial es el gran triunfador, la hegemonía imperante y cuya alternativa es el silencio y la humillación. El ser humano como mercancía y producto.
A pesar de ello, muchos Ejecutivos hablan de recortes presupuestarios, cínica manera de denominar lo que en la practica es un recorte de derechos sociales, una simple criba diferenciadora entre ricos y pobres, tal y como antaño, tal y como en el presente, las familias de origen humilde siempre desamparadas, siempre con mayor barrera de entrada a las comodidades y beneficios de las que disfrutan las personas bien asentadas. Una clase media que se creía benefactora de un progreso social y económico sin precedentes, todos abocados de golpe a una realidad que a muchos dolerá pues no eran ellos los que poseían los bienes materiales. Al contrario, son los bienes materiales los que poseen a las personas, los que dictan sus pasos y deseos. Quien no desea tener el ultimo iPad, iPod, NetBook, iPhone, etc., etc.… Pues yo no…¿Y tú?
Recortes, reducción de gasto, pero nadie expresa vocablo alguno sobre el despilfarro y la poca ética de algunos gobernantes y empresarios. Nadie menciona la austeridad y la humildad como valores y manera de proceder de esta sociedad tan absurda, mediatizada y con parálisis inoculada que no es capaz de reaccionar antes los graves desagravios que se le presenta a esta generación.
¿Soluciones?... No, solo discursos vacíos. ¿Debates?... No, solo panfletos y monólogos exentos de contenido. ¿Programas de acción?... No, solo banderas, simbolitos y merchandising.
Si existen tantos problemas, si nuestras industrias pierden competitividad ante una globalización que divide al planeta entre consumistas y productores, por que no compartir la carga productiva con horarios que sean capaces de compaginar vida familiar y vida placentera con trabajo digno. Con la implantación de una jornada laboral de 35 horas, a través de convenios colectivos, se podría reducir el impacto del desempleo, mantener cierto grado salarial que siguiera reactivando el consumo que mueve a nuestras sociedades. Los trabajadores tendrían mas tiempo libre para disfrutar de sus familias, de cultivar hobbies, de realizarse como personas. El Estado dejaría de costear tanto subsidio de desempleo y habría una mayor contribución a la Seguridad Social.
La inversión en I+D, tan en boga hoy en día, no es el futuro ni es moderno. Es un criterio presente en las sociedades avanzadas y desarrolladas industrial y tecnológicamente. Y España no es realmente una de ellas. No ha existido en Iberia una transferencia tecnología entre universidad y mercado laboral, ni un dinamismo que permitiera un boom en las iniciativas privadas. La inversión en I+D no es poner dinero en investigación ni elementos dinamizadores, no es dotar a las universidades o empresas con subvenciones. Invertir en Ciencia y Tecnología es erradicar la ignorancia y el complejo de nuestras mentes, es combatir el paradigma económico de un país acostumbrado a competir con salarios indignos y largas jornadas laborales. Ser un país puntero no es construir coches o aviones, sino diseñarlos.
Un estado que apuesta por el progreso social no puede dejar avanzar a las desigualdades sociales por mucho que las condiciones económicas hagan imponer determinadas recetas. Solo un gobierno incompetente puede desahuciarse de la manera que este lo ha hecho. Se necesita Ética pero también criterio en nuestra sociedad, se necesitan líderes de verdad y no eslóganes electorales. Se necesita pragmatismo y no utopías de cartón piedra.
¿Seremos capaces de despertar a tiempo?, ¿Romperemos algún día con las viejas estructuras heredadas de otros tiempos más autárquicos?, ¿Tomara conciencia de sí , el pueblo? , ¿Será capaz de erradicar la sociedad la ignorancia y el miedo de sus venas, creando estructuras verdaderamente democráticas y justas?
Bitdrain
Slds